"Cacho" Lobello es un referente del rock que arrancó en los años 70 cargando los equipos de sonido de las bandas que sonaban en ese momento en el norte de la Patagonia.
Mientras dividía su tiempo entre el trabajo como vendedor de diarios o más tarde, en empresas petroleras, "Cacho" se fue metiendo, de a poco, en el mundo que tanto le gustaba. Desde muy temprana edad le había pedido a su padres que le regalara una guitarra, presente que recibió y que marcó su amor por la música.
Sus primeras experiencias en recitales fue en el colegio salesiano de Roca, el Domingo Savio, donde tocaban bandas como Germinación, liderada por Luis Cides. No todo era idílico en esos años, cuando movían demasiado las caderas, aparecía un cura que tocaba una campana y llamaba al orden a los pelilargos que rompían con el silencio sepulcral de los pasillos y patio del colegio de curas.
Como no podía acceder a una banda, lo más cercana que puedo llegar, en los principios, es a cargar equipos de sonido para Azúcar Marrón, una banda que tenía como referente a Paul Flores, un precursor del rock en el Alto Valle de Río Negro y Neuquén.
Un día, cuando la banda ensayaba, vieron que por la ventana lo espiaban. Era "Cacho" que se las ingeniaba para ver los ensayos desde afuera, aunque lloviera, como ese día. Enseguida lo invitaron a entrar y poco a poco, se fue haciendo parte del grupo "hasta empezar a rascar la guitarra" como dice él.
Las bandas de las que formó parte "Cacho" fueron varias, entre ellas están Skirlas, Remolcador, Buscados Vivos y Tren de carga, entre otras. "Siempre me preocupé por tener un trabajo porque sabía que hacían faltas buenos equipos que eran muy caros para comprar" comenta el músico que actualmente tiene su estudio de grabación en Roca y una gran cantidad de discos editados.
Uno de los méritos de este rockero patagónico son sus letras que referencian al entorno que le toca vivir.
Su madre es originaria de la Línea Sur rionegrina donde es venerado el "maruchito", un niño de 10 años que murió apuñalado por un carrero cuando le quitó a escondidas la guitarra e intentó tocar algunos acordes. Esa historia quedó muy grabada en la mente de "Cacho" que hasta el dedicó un tema.
También aparecen en sus letras el río, las bardas, los jornaleros que levantan la cosechas de peras y manzanas además de otras historias urbanas y rurales que pintan al Alto Valle. A pesar de la pandemia del COVID 19, "Cacho" no dejó de producir a tal punto que en breve saldrán a la luz nuevos materiales de Skirlas y Buscados Vivos.
Si quieren ver a "Cacho" es probable que se lo crucen por la calle Tucumán, caminando y muy concentrado en una posible letra de un tema musical. Es imposible de no reconocer, flaco, pantalones y campera de jean azules, zapatillas y pelo largo, ya entrecano, una postal de un tipo rockero que nunca dejó de estar atento al lugar ni las personas que lo rodean.
Video: Jorgelina Suarez
Foto: sitio facebook Buscados Vivos
Redacción. Marcelo Miranda