Las discotecas familiares fueron el primer acercamiento del canta autor Eduardo Guajardo al mundo de la música. "El vinilo era utilizado para escuchar en algunos momentos pero, fundamentalmente, para las fiestas familiares".
Eduardo, originario de Río Turbio, Santa Cruz, recaló en esa discoteca familiar que estaba nutrida de melodías que le gustaban a su madre "que tenía que ver más con boleros, música peruana, con cantores melodistas y todo lo que tiene que ver con el acervo criollo venía por el lado de mi viejo (su padrastro) y ahí estaba la música de Mendoza".
"Yo pertenezco a una generación que leíamos, entonces eso también era una fuente enorme de información y formación" afirma Eduardo que redobla la apuesta al aseverar que "no creo que halla música mala y buena, creo que hay música bien construida y música que esta horriblemente construida".
Esas búsquedas en vinilos y libros lo llevaron a escuchar a Hugo Gimenez Aguero y Marcelo Berbel además de los ritmos de los pueblos originarios. En ese camino de construcción de identidad musical, el cantante santacruseño tuvo su banda de rock " lo que me ayudó mucho para saber de otros espacios y otros contextos de la música. También me acerqué a la trova rosarina, todo eso me iba abriendo universos como puertas inagotables".
A esta altura, Eduardo Guajardo lleva editado cinco discos: señales de vida, en 1.997, Mirada al sur, en el 2.000, Un grito de ida y vuelta, en el 2.004, Cantares de la lejura, en el 2.006 y en el 2.020, Infinitos.
Guajardo es de los que se encuadran como "trovador" al igual que Eduardo Paillacan y José Luis Alvarez "el trovador es un hombre con su guitarra que canta literatura fundamentalmente, no aborda la canción de la letrística si no que profundiza y pone al paisaje en el hombre y al hombre lo pone en el paisaje". El referente argentino del trovador "es el payador" afirma el cantante.
"La Patagonia tiene dos vertientes musicales, la de los pueblos originarios, con su cosmovisión, con una pre existencia de más de 10.000 años en la región patagónica y después esta toda la Patagonia mestiza".
Eduardo Guajardo es tomado como un referente de la música patagónica a la altura de Hugo Gimenez Aguero y Hector "gato" Osses. Su nacimiento y crecimiento como artista se fue nutriendo desde la música en la radio, la discoteca familiar y sus viajes, lo que lo pone actualmente como un pilar musical de una Patagonia que no deja de nutrirnos de canta autores cuyo encuadre es la mutación constante.
Foto: Musica del mundo, revista digital
Redacción: Marcelo Miranda